El jamón es una joya gastronómica que debemos conservar lo mejor posible para disfrutar de todo su sabor. Y entre los métodos de conservación más eficaces, el envasado al vacío destaca por su capacidad para prolongar la vida útil del producto sin comprometer sus propiedades. Pero, ¿cuánto dura realmente un jamón envasado al vacío? En este artículo de Jamón y Paletilla, resolveremos tus dudas y te daremos consejos clave para disfrutar de este manjar en todo momento.
Duración del jamón envasado al vacío
El envasado al vacío es un proceso que elimina el aire del entorno del jamón, frenando la oxidación y el crecimiento de microorganismos que podrían afectar su calidad. Lo más interesante es que este método no solo conserva el jamón durante más tiempo, sino que también mantiene intactas sus propiedades organolépticas: su olor, sabor y textura. Además, su presentación práctica minimiza el desperdicio y facilita su incorporación en diversas comidas.
Un aspecto curioso es que, al estar privado de oxígeno, la carne puede perder su color natural y adquirir un tono más oscuro o incluso negro. Esto no debe preocuparte; es una señal de que el jamón está bien conservado. Al abrir el envase y dejarlo reposar unos minutos, recuperará su color habitual.
Si eliges un jamón envasado al vacío, puedes consumirlo con toda tranquilidad hasta la fecha de consumo preferente indicada en el envase. Esta suele estar fijada entre 3 y 4 meses desde la compra, aunque puede variar según el fabricante y las condiciones de almacenamiento. En nuestra tienda, ofrecemos una amplia gama de opciones de jamón loncheado envasado al vacío: desde jamones de cebo hasta cebo de campo y bellota, cada uno con su intensidad de sabor y nivel de curación.
Recomendaciones para su conservación
Para garantizar que el jamón envasado al vacío se mantenga en óptimas condiciones hasta su consumo, es fundamental mantener el jamón en la nevera, conservándolo en el frigorífico a una temperatura de alrededor de 4 °C. Esto asegura que el producto se mantenga fresco y protegido.
Además, se debe evitar la congelación, ya que este procedimiento puede alterar su textura y sabor debido a la formación de cristales de hielo en su interior.
Y si necesitas guardar el jamón fuera del frigorífico por un tiempo, elige un lugar fresco y seco, con una temperatura inferior a 22 °C. Una despensa bien ventilada puede ser una buena opción.
Preparación antes del consumo
Para disfrutar del jamón de todo el sabor y jugosidad del jamón al vacío, es importante seguir algunos pasos antes de servirlo.
Primero, sácalo de la nevera con antelación y deja que alcance la temperatura ambiente unas horas antes de consumirlo. Esto permite que su textura y sabor se desarrollen plenamente. Si tienes prisa, puedes acelerar el proceso colocando el sobre bajo un chorro de agua templada durante unos minutos.
Una vez abierto el envase, deja reposar el jamón durante unos 15 minutos antes de emplatar. Este tiempo permite que el jamón transpire y recupere su brillo característico, además de eliminar cualquier posible sabor a plástico del envase.
Aunque es raro que un paquete de jamón quede sin terminar, si sucede, puedes conservarlo cubriéndolo bien con film transparente y guardándolo en la nevera. Intenta acabarlo en los días siguientes para evitar que se seque o pierda calidad. Y si el jamón ya no está en su mejor estado para comerlo solo, puedes aprovecharlo en recetas como croquetas, huevos rotos o guisos.
Como ves, el jamón envasado al vacío es una solución práctica y eficaz para preservar esta delicia gastronómica, permitiéndonos disfrutar de su sabor y calidad durante más tiempo, hasta 90 días aproximadamente. Siguiendo unos simples pasos antes del consumo, podemos realzar su sabor y textura, asegurándonos de aprovecharlo al máximo. Así, cada bocado será una experiencia inolvidable, como si estuviera recién cortado y servido para ti.