¿Cómo conservar el jamón en casa?

Si tienen un jamón ibérico en casa, tienes un manjar exquisito para empezar a disfrutar cuanto antes. Y es que ante una delicia así, es difícil resistirse durante tiempo, ¿verdad? ¿Te preguntas cómo conservar el jamón en casa para preservar su sabor inigualable y su textura sublime? En Jamón y Paletilla queremos ayudarte. Por eso, hoy queremos compartir contigo una serie de consejos para conservar el jamón en casa tanto antes de abrirlo como una vez empezado. ¡No pierdas detalle! 

Guardar el jamón en casa antes de empezarlo 

¿Estás esperando a una comida especial para abrir el jamón y disfrutar de esta delicia con los tuyos? Entonces debes saber cómo conservarlo bien antes de abrirlo para mantener su sabor y textura inalterados. En Jamón y Paletilla, como expertos en jamón ibérico, te vamos a dar unos trucos. 

Las bodegas cuentan con las condiciones perfectas de temperatura, luz y humedad que requiere el jamón. Por eso, si no tienes pensado empezar el jamón tras su compra, te aconsejamos guardarlo en un lugar fresco, seco y oscuro, sin una luz ni fuente de calor directo, como si de una bodega se tratase. Espacios idóneos pueden ser la despensa, un armario de la cocina o incluso el garaje. La temperatura debe ser inferior a los 20 ºC. Además, es conveniente guardarlo colgado desde la pezuña, en posición vertical con un recipiente debajo por si la pieza suelta grasa. 

No obstante, en casa es complicado reproducir exactamente el mismo ambiente de una bodega, con una temperatura sin fluctuaciones y una oscuridad plena. Además, cuando compramos un jamón, la pieza se encuentra en el punto de curación perfecto y es difícil que mejore en casa. En este sentido, para evitar que los matices de sabor queden alterados, lo mejor es que empieces la pieza cuanto antes, no esperes más de un mes

Conservar el jamón en casa una vez empezado

Si ha llegado el momento de abrir el jamón y saborear su inconfundible sabor, es importante que tengas en cuenta distintos aspectos. En Jamón y Paletilla te sugerimos que apliques los siguientes trucos de conservación. 

Lo primero que debes tener en cuenta es que la piel del jamón es la protección natural de cada pieza. De este modo, cuando lo cortes, abre lo menos posible la pieza y empieza solo la parte que vayas a cortar ese día.

Las recomendaciones de conservación son las siguientes: 

En primer lugar, conserva el jamón en un lugar fresco y alejado de fuentes de calor, luz y aire. Lo ideal es que se sitúe entre los 20 y 24 grados, alejado de radiadores, cocinas o ventanas. Evita la exposición directa al sol.

​En segundo lugar, unta la parte del jamón que quede descubierta con una fina capa de grasa blanca, no la amarilla que es la rancia. Así, crearás una película con la propia grasa del jamón, que ayuda a conservar la pieza, evitando su deshidratación y oxidación. Te aconsejamos que no lo cubras con un trozo grande de grasa, pues el jamón se podría secar y quedar amarillento. 

Finalmente, cubre la pieza con un paño de algodón transpirable, o si lo prefieres con papel de horno. 

Una vez abierto, el jamón tiene un plazo de caducidad largo. No obstante, con el tiempo se seca y pierde propiedades. Por ello, te recomendamos que una vez abierto, lo consumas en un mes aproximadamente. Y si no lo vas a terminar en poco tiempo, una buena opción es llevarlo a una tienda especializada donde lo cortan y envasan al vacío para que dure más tiempo, hasta cuatro meses en la nevera aproximadamente. 

¿Preparándote para disfrutar de tu jamón en casa? Esperamos que sí y que con estos consejos de Jamón y Paletilla puedas conservar todo su exquisito sabor de la mejor manera.   

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